La idea de la Perfección y de lo perfecto que se tiene en la
sociedad en general, y en la cual nos han educado, ha sido una de las
trabas que muchas veces nos impide desear, lograr o siquiera intentar
algo por el miedo a fallar o “no dar el ancho”. Esto viene sobre
todo de la religiones cristianas-católicas con la consigna: “Sean
perfectos como mi Padre lo es”, desanimados con la idea de la
perfección divina casi inalcanzable acudimos a nuestra esencia
humana que puede tener errores como un modo de disculpa ante la
lejana idea de la perfección humana.
Pues bien, dice el diccionario sobre lo perfecto: Que tiene el
mayor grado posible de bondad o excelencia en su línea. | Que
posee el grado máximo de una determinada cualidad o defecto.
Esto nos ayuda a descartar la idea de lo inalcanzable, si bien
pareciera que no podemos llegar a ser perfectos como Dios en
desprecio de nuestro cuerpo y esencia, pero podemos llegar a ser lo
mejor posible que podamos ser, mejorar nuestras habilidades y
cualidades al máximo, en esto consiste nuestra propia perfección,
no la idea errónea que se tiene en general. Esto no es extraño a la
Psicología Humanista, estamos llamados a ser lo mejor que podamos y
desarrollar todo nuestro potencial.
¿Cuántos “deberías de...” nos repetimos en el día?
¿Son los propios? ¿Son nuestras expectativas nuestras o son ajenas?
¿Esas ideas de perfección nos hacen personas rígidas o personas
flexibles? Una persona “perfecta” no es la que no demuestra temor
u otras emociones, la que puede estar horas y horas en el espacio de
trabajo olvidando otros aspectos de su vida, la que nunca falla o
incluso la que es la estrella de la comunidad por lo menos en
apariencia. Si nos sentimos en el otro lado de ese espectro,
inadecuados en cualquier lugar, persona o situación. Menospreciamos
nuestros logros y habilidades, incluso nos comparamos con los demás,
costumbres que no ayudan a observarnos tal y como somos, en lo bueno
y en lo malo, y de ahí seguir con nuestro desarrollo personal.
Un trastorno asociado al perfeccionismo es el Trastorno
Obsesivo-Compulsivo (TOC), hacer una acción repetidamente o tener un
pensamiento repetido sin que se dé un resultado satisfactorio, no
por las propias capacidades sino por las expectativas irreales y
fantaseadas de la persona, aquí el perfeccionismo hace nido con gran
éxito.
El autoconocimiento y el reconocimiento de esas exigencias
irreales es el primer paso para librarse del perfeccionismo: Conocer
las propias habilidades y capacidades, saber cuáles son las que se
quieren desarrollar en este momento, SER
la mejor persona que podemos llegar a ser. Reconocer esas
expectativas que realmente no concuerdan con la lógica ni la
realidad. Nuestros cuerpos son organismos perfectos que nos mantienen
en relación con el entorno y para sí mismos. El idealismo puro
también acarrea problemas. Si desechamos aspectos del mundo sólo
porque “no son lo que deberían ser” ¿Qué nos va a quedar para
disfrutar? Identifiquemos muy bien de quién son esas expectativas,
si nuestras o de los demás, si les funcionan a ustedes para ser
mejor persona y poder realizarse o simplemente los aprisionan en un
montón de mandatos inútiles que llevan a la anulación de sí
mismo.
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